Diarios de Bicicleta (2)

Como era de esperarse, nunca volví a aquel kiosco. No se dió el encuentro, vaya uno a saber si fue porque así estoy bien o si porque simplemente soy un cagón.
Tengo muchas historias que contar a bordo de mi bicicleta a lo largo de mi vida pero hoy les voy a contar la última, la más fresquita.

Este sábado que pasó nos juntamos con mis amigos a comer un asado, con la excusa de mirar el RIVER-boca. Fue una de esas reuniones de hombres donde hablamos de la vida, de mujeres, hacemos los típicos chistes sobre novias o hermanas y nos ponemos un poco al día entre todos.
La mayoría ya la perdimos la gracia a ir a bailar y reemplazamos ese tipo de salidas por ir a bares, pubs o sino algo más de viejo todavía es el típico torneo hogareño de Wining (Playstation).
Raramente, ayer no fue uno de esos días. Eran menos de las dos de la mañana y todos estaban cansados por lo que raramente ahí terminó la salida.
Era una noche muy linda como para volverme a mi casa, lo mismo pensó un amigo mío que me propusó rapidamente ir a dar unas vueltas con la bici. Es raro un sábado a las dos de la mañana ir a andar en bicicleta pero accedí.

Sinceramente fue una de las mejores salidas en mucho tiempo, tuvimos una de esas charlas profundas y agradables de la vida, de las relaciones, del trabajo. El no haber tráfico, que la temperatura sea agradable y que las mujeres estén vestidas para salir hizo más agradable aún el paseo. Anduvimos por Olivos, Palermo y finalmente antes de empezar la vuelta decidimos ir a Puerto Madero, pedaleando y hablando de golpe nos dimos cuenta que eran las 4.30 de la mañana y estabamos en una especie de costanera llena de autos y puestos de choripan, hasta que en un momento se acabaron las luces y empezamos a ver muchos autos estacionados en una oscuridad que metía miedo; era una especie de costanera pero no había ningún río, solo autos estacionados. Se empezaron a hacer cada vez más oscuras las calles, no nos veíamos entre nosotros: (F) Fran - (E) Ezequiel

F: ¿ Volvemos ? esto mete miedo
E: Si boludo, no se ve nada. Mira si nos afanan las bicis, demos la vuelta
F: Che...¿ Te diste cuenta de que en todos los autos hay gente ? Es medio siniestro esto
E: Uyy en serio ¿ Que onda ?
F: ¿ No estaremos en esa zona que vienen las parejas a culear en auto?
E: Uyy si!!
F: Esto es un cojedero boludo! Están todos con las ventanilldas bajas y hay gente en todos.
Voz Proveniente de un auto oscuro (1) : Che ¿ Se pueden dejar de apoyar en mi auto ?
Voz proveniente de un auto oscuro (2) : ¿ Que pasó mi amor ?¿ Que pasó ?

Así fue como nos metimos en las "playitas" que están cerca de la reserva ecológia, una anécdota graciosa y más que nos apoyamos con la bici en un auto donde había una pareja haciendo cosas de pareja.
Luego de buena charla, un más que lindo paseo, algún que otro piropo que nunca viene mal para levantar la moral puedo decir que el saldo de la noche es más que positivo.

Tengo historias mejores pero me dieron ganas de compartir esta.