26 agosto 2010

La Catarata de la Felicidad... ( Video Juegos 1/2)

Si hay algo que no suelo hacer es jactarme de ser bueno en algo. La mediocridad es una constante en mi vida, salvo contadas excepeciones y para colmo la utilidad de estas es practicamente nula.

Si destacarse en cosas insignificantes sería un requisito para algún trabajo, sin duda sería el hombre mejor pago del mundo y mi C.V hablaría de habilidades como : "talento para jugar al tetris" .

Uno de esos grandes dones que me dió la vida, es sin duda el hecho de dominar las Cascadas de los videojuegos.
Se que aquellos años dorados de los fichines no van a volver, hoy en día los pibes prefieren jugar en su casa o por internet que jugar un "Street Fighter", un "Tetris" o un "Final Fight"; incluso una ficha en el fliper de Arma Mortal o los Locos Adams -ese al que pegándole una piña te daba un crédito-.

Las últimas veces que pise un videojuego fue para llevar a mis sobrinos, generalmente en las vacaciones - No es fácil hoy en día encontrar este negocio que a principios de los 90 era tan común-.

Al entrar me invadió una agradable sensación de ver que 15 años después las cosas seguían igual, los juegos eran los mismos pero mis ganas de jugarlos no... Jugué unas fichas al "Tumblepop" ( es un juego de unos tipitos que chupan a los monstruos con una especie de aspiradora ) y jugué otra ficha al " Pang" ( es un juego que tenes que ir rompiendo literalmente las pelotas , y se van haciendo cada vez más chicas).
Noté cambios mínimos como la gilada esa en la que supuestamente los chicos bailan - reconozco que no me hubiese venido mal, dada mi falta de capacidad motriz a la hora del baile -
Me estaba por volver con fichas en la mano, algo que en mi niñez era peor que cometer un crimen. En aquellos días las fichas eran muy codiciadas, es por eso que tuvimos que inventar cosas como la "ficha eterna" que era una ficha atada con hilo de pescar, que al pasar por el sensor de algunas máquinas la hacíamos salir (no funcionaba en todos los juegos).
No sabía que hacer con las fichas... hasta que la vi ahí al fondo, solita y con mucho para dar.


Estaba ella, " La Cascada" . Un invento tan genial como peligroso, una suerte de ruleta rusa de los videojuegos.

En mis comienzos confieso que perdí muchísimas fichas mirando solamente los últimos escalones o calculando mal el tiempo de caida de las fichas pero con el paso del tiempo puedo confirmar que me convertí en un experimentado de las cascadas. La paciencia y la frialdad son dos grandes secretos para este juego que tantas alegrías me dió.

Yapa: Si alguno tiene ganas de recordar viejos tiempos les dejo el link

http://www.selvacamaleon.net/