Infiltrados Orientales...

Con el tema del brazo, la operación y el yeso estuve unas semanas sin ir al trabajo. Justo se dió que en esas semanas transcurrió el mundial.
Una buena propuesta por parte del Gob. De la Ciudad (la única diría) fue poner una pantalla gigante en el anfiteatro del Parque Centenario y trasmitir en vivo todos los partidos del mundial, lo que hizo que este sea el punto de reunión de cada una de las colectividades.

El aburrimiento que sentía después de estar 15 días en mi casa con un solo brazo y sin poder hacer nada me colmó la paciencia, entoncés lo llamé al ex-gordo Rama:

F: - Tengo ganas de hacer algo, lo que sea...
R: - Hoy juega Uruguay
F: - Que grande la celeste, Jaime (Ross) está allà
R: - ¿ Lo vemos juntos ?
F: - Tengo una idea mejor!! ¿ Y si nos hacemos pasar por uruguayos y vamos al Parque Centenario?
R: Daleeee!

Una tarde nos encontramos en el parque para ver el primer partido, yo había ido de civil, nada que sea muy obvio y arruine el plan de "impostor uruguayo". Como era de esperarse y conociéndolo, Rama había hecho todo lo contrario. A pesar del frìo de aquella tarde tenía puestas unas alpargatas, una camiseta de uruguay, llevaba el termo y el mate en una mano y como si esto fuera poco completaba su vestimenta con una boina que decía "vamos la celeste".

A pesar de esto, nos ubicamos donde se encontraba la "parcialidad" uruguaya y fingimos solo por diversión y como si fuese algún tipo de aventura ser oriundos del otro lado del charco.

Con el transcurso de los partidos nos fuimos haciendo varios conocidos, los abrazos de gol incluían a varias personas, nos aprendimos el himno uruguayo y pese a que los chistes internos más de una vez nos jugaron una mala pasada pudimos cumplir con el objetivo de ser botijas.

Teníamos el roll de "iniciadores de cantitos" después de haber metido un par de buenas rimas en los partidos contra Mexico y cada cantico que iniciabamos era seguido por el resto de la gente.
Nos olvidamos que había chicos y era un ambiente familiar y nos dejamos llevar por la impotencia del 3 a 1 a favor de Holanda y cuando las cámaras enfocaron a la princesa Màxima, poco nos importó su pasado argentino y el cantico de "Gorda Tragaleche" se hizo oir.
Así fue como terminó nuestra impostura con la Celeste...