09 enero 2018

El Gran Salto...



 Me gusta el recurso utilizado en películas o mejor todavía en series (entre una temporada y otra) cuando se da un gran salto, una interrupción en el tiempo y  el protragonista aparece en un escenario anteriormente impensando.

 Empieza una nueva temporada, supongamos 5 años más tarde con cambios realmente significativos que denotan el paso del tiempo y se genera una doble incertidumbre. Por un lado, como es lógico e inevitable se plantea el interrogante acerca del futuro y el desarrollo de los acontecimientos pero por otro lado nos preguntamos que sucedió durante el tiempo que nos perdimos, durante el tiempo que nos salteamos.

  Podríamos hacer una analogía entre mi presente y este recurso literario/cinematográfico con la salvedad de que el interés no está puesto ni en lo que sucedió en el “bache temporal” ni tengo una curiosidad o intriga inquietante acerca del futuro que me depara, algo que sí me sucedía antes.
  Es como si fuese una carrera, solo que ahora el interés no está puesto en la meta ya que estoy seguro de que voy a llegar. Me da lo mismo el tiempo que tarde, no me importa quemar naves y llegar cansado, dolido ni hacer ningún record; el enemigo no es más el reloj. Me detengo a mirar el paisaje, disfruto de cada paso y por primera vez en mucho tiempo sonrío y  no me quiero sacar ninguna mochila, siento placer.

  Del último posteo hasta el día de hoy cambiaron muchísimas cosas, en todo sentido. Internas y externas, materiales e inmateriales. Puedo contar con los dedos de la mano las posesiones que tenía en aquel momento y mantengo hoy en día, puedo decirles que estoy escribiendo en otro lugar, con otro aspecto físico y otra mentalidad.
  La definición de esencia dice: “Conjunto de características permanentes e invariables que determinan a un ser o una cosa y sin las cuales no sería lo que es.” y creo que en parte es cierto; digo en parte porque nada es invariable sino que todo es fluido, dinámico, progresivo y mantengo la esencia.

 Hoy me encuentro por primera vez, creo que desde la niñez con un estado de felicidad plena. Si bien a lo largo de nuestras vidas somos muy felices y muchas veces estos momentos tienen un paso fugaz y es para mi en la niñez donde por diversas razones nuestra felicidad se encumbra… me fui nuevamente por las ramas, se ve que hacía mucho que no escribía.

 En lo personal puedo decir que esta felicidad se debe a haber conocido a una persona muy especial, con la que realmente me siento completo, vivo, querido, atraído, comprendido y mil sensaciones más al mismo tiempo; es una sensación que para describirla voy a necesitar varias entradas así como también para desarrollar como se dió esta historia tan particular que no tiene nada que envidiarle a un guión cinematográfico.

 Es una decisión tomada y tampoco podía haberme negado ya que contra el paso del tiempo no se puede luchar pero realmente estoy ante una encruzijada. Por un lado y por primera vez me encuentro en un momento de mi vida donde no quisiera cambiar nada, dejaría todo así, ajustado, aceitados los engranajes de esta máquina que funciona a la perfección; mientras que por otro lado tengo todo para escribir una Gran Historia, única e irrepetible. Soy demasiado conversador y mezquino a la hora de arriesgar pero esta vez…. Esta vez voy todo!

10 enero 2013

Me Metieron El Perro... ( Parte 1)

 Me puse de novio, nos fuimos a vivir juntos e incluso nos casamos. Hasta ahí todo perfecto, una historia de amor "standard".  
 Si hay algo que me caracteriza es tener una postura firme...firme como el gobierno de Rodriguez Saa en el 2001. Cedo con facilidad ante cualquier pedido y más todavía ante mi mujer, asunto que debo corregir.

El hecho de que ella no sea tan independiente como yo le hizo necesitar una compañía ya que al haber dejado de vivir con su familia se encontraba mucho tiempo sola y a diferencia de los hombres, muchas mujeres, o por lo menos ella no tienen la determinación de salir a pasear , agarrar la bici o ir de compras sola tanto como nosotros.
Si a esto le sumamos que yo no estaba dispuesto a renunciar a mis partidos de futbol o andar en bicicleta con amigos, es entendible que ella de a ratos se sintiera sola.

Entrado el segundo año de casados ella comenzó a deslizar ese pedido que tanto miedo me daba " ¿ No podemos tener un perrito ? " a lo que yo  - pese a sus caras tristes -  le explicaba que viviendo en un departamento de 2 ambientes en un noveno piso y con sus ocupantes estudiando y trabajando era motivo más que suficiente para no tenerlo. No era el hogar  que un perro busca, no teníamos tiempo para atender sus necesidades ni cumplir con las obligaciones que un perro conlleva...

Como yo cedo fácil, la vigésima vez que me lo pidió, me armé de valor y elegí un perro sin consultarle - ¿ Así que querés tener un perro ? Vas a ver... lo voy a elegir yo, y nada de esos perros blancos chiquitos de maricones, si vamos a tener un perro vamos a tener un perro de verdad. Un perro que sea "ilevantable" , un perro digno de ser paseado,  que cause ternura en las chicas pero a la vez una imagen imponente.

El tema era como elegirlo y donde. Todas mis mascotas habían sido calleras, por lo que no sabía como comprar animales y tampoco me convencía la idea de los criaderos ni el comercio canino ya que lo asemejo con una fábrica y los seres vivos se dan por naturaleza, no se fabrican...




Continuará...

18 junio 2012

Lios de Consorcio - Parte 1....

Dado que ahora estoy viviendo en un complejo de viviendas de casi 400 departamentos y la expensas además de ser carísimas están totalmente sobrevaluadas y el edificio está lleno de problemas decidí hacerme presente en la reunión de consorcio...  Luego de 4 horas de reunión puedo decir que:

1) Llegué a la conclusión de que es imposible hablar, hay gente muy obstinada en tener siempre la palabra incluso para hablar de cualquier tema y simplemente opinando de todo y quejándose por gusto (muchisimas viejas insoportables)

2) No pude evitar reirme en muchas situaciones. Hubo gente a la que se le cayó la dentadura, discusiones porque vecinos tenían "encuentros sexuales a muchos decibeles" y otras cosas graciosas que no recuerdo

3)  Sin darme cuenta ahora soy parte del consejo de administración (obviamente adhonoren ) y en la primer semana ya me tocaron el timbre 3 viejas para decirme que escuchaban ruidos molestos y que el tipo de seguridad no estaba en su lugar de trabajo.
 Siento las miradas complices de los vecinos como si fuese un funcionario corrupto con la única diferencia de que lo que quiero es ver mejor al edificio donde vivo